martes, 19 de septiembre de 2023

BALANCE DEL PRIMER CONVERSATORIO

 


BALANCE DEL PRIMER CONVERSATORIO

“La Música en los Movimientos Sociales”

HACIA EL ARCHIVO GENERAL DE LA CANCIÓN

SÁBADO 17 DE JUNIO DE 2023.

Centro Cultural Independiente “Sarah Tisdall”, Galería Hernández Delgadillo

Plaza de Santo Domingo, CDMX

 

Participantes en la mesa: Fernando Morán, Jorge Gazca, Alberto Híjar, Liliana García, Ismael Colmenares Maylo, Jorge Velasco, Vicente Osorio y Víctor Guerra García.

Participación Musical: Grupos Apax Chacan y Taller del Sur

 

El Primer Conversatorio en camino hacia el Archivo General de la Canción, contó con una asistencia que desbordó el espacio que amablemente nos concedió Arturo Reyes. Se contó con la presencia de importantes personalidades como Rodrigo de Oyarzábal, de Radio Educación; Anthar López de la Peña Tecuicanime y del dueto Anthar y Margarita; David Méndez del grupo Tribu; Alejandro Montaño del grupo Vuelta a la Izquierda; Toño Canica, Gabino Palomares, Luis de la Peña; Gonzalo Martré, Rafael Casas, Oscar Carrillo que nos ayudó con la filmación; Ana Zarina Palafox, Armando Ortega Orozco, entre muchos que ahora escapan a la memoria.

Ese primer conversatorio estableció una serie de retos y tareas a realizar para la consecución de este proyecto. Los convocados fueron músicos e investigadores del tema político musical, quienes nos reunimos para compartir impresiones, propuestas y así establecer el panorama del “qué tenemos”, “qué nos falta”, cuáles son nuestras fortalezas que promover y debilidades a enfrentar. Este primer conversatorio tuvo la virtud de dejar sobre la mesa el trabajo realizado pero también los trabajos pendientes. En su participación, Jorge Gazca dejó claras ideas fundamentales, apuntando principalmente su preocupación como académico:

 

“creo que no es momento de establecer una serie de puntos de vista sobre esto, sino más bien, en mi opinión es como un ‘pase de lista’, considero, de los que estamos aquí, haciendo presencia de trabajos que pueden servir, son propuestas para hacer historia digamos [...]

necesitamos hacer un relevo generacional; registrar históricamente este arte, esta serie de documentos que son fundamentales para elaborar la historia del movimiento que se empezó a dar desde los años 60, hasta nuestros días, [...]”

 

Gazca insistió en la necesidad de hacer un “corte de caja” sobre los materiales disponibles en las colecciones de distintos músicos, seguidores, investigadores y periodistas. Importa mucho su observación sobre la visión de los músicos que desde los años 60 están produciendo y participando, así como la cantidad y calidad de los documentos y materiales que poseen; y por otro lado, el necesario relevo generacional, sin perder la continuidad del relato histórico que arranca desde mediados del Siglo XX y ha continuado hasta la actualidad.

Gazca menciona, entre muchos otros, los acervos que han creado Francisco Barrios el Mastuerzo, León Chávez Teixeiro, Anthar López o Eduardo Carrasco, por mecionar algunos. Dichos acervos requieren una labor de clasificación, catalogación, organización y conservación para su digitalización y posterior puesta a disposición para su consulta. Apunta Gazca: “veo esa necesidad de hacer un registro de los trabajos que se han elaborado sobre la música y los músicos, como este trabajo tan importante que ha hecho Jorge Velasco”

Como vemos, el enfoque de Jorge Gazca apunta a una labor de acopio y organización de documentos, para así elaborar una historia de largo aliento sobre “¿qué se ha dicho sobre la canción de protesta mexicana desde la 2a mitad del siglo XX?”; es decir, un proyecto historiográfico, que sin duda debe caminar a la par de las acciones de acopio, recopilación, catalogación, etc.

 

Por su parte, Vicente Osorio desplegó un panorama tan importante como poco conocido, como lo es las resonancia del movimiento estudiantil de 1968 en las universidades de provincia, específicamente en Querétaro. Esta experiencia es importante, pues una de las líneas de trabajo del AGC es descentralizar en lo posible la mirada analítica, y atender el interesante movimiento cultural que en aquellos años se daba en los estados de la república, así como las formas en que esos movimientos dialogaban y se nutrían de otros, con el movimiento estudiantil en la ciudad capital como eje de resonancias.

Apax Chacan, el grupo fundado por Vicente Osorio no constituye sólo un proyecto musical; como Vicente afirma, es el vehículo para seguir transitando entre las nuevas generaciones, y la labor de actualizar su presencia y su obra, habla también de un proceso de rescate y de divulgación hacia la población más joven.

 

“estamos tratando de volver a recopilar esa historia y algunos de los compañeros que participamos en este grupo, estamos volviendo a tocar aquellas canciones y lo que vamos a tocar en un rato, es lo que tocábamos en aquellos tiempos.” (Vicente Osorio)

 

En su intervención, Ismael Colemanres, el querido maestro Maylo de los Nakos, comenzó por traer al frente del escenario a los músicos y promotores que ya no están entre nosotros. Pues no podemos avanzar en la historia sin recordar a los que arrojaron las primeras semillas de este movimiento. Como dice Maylo, gracias a ellos estamos aquí reuniéndonos y trabajando sobre su obra. Maylo hizo un preciso recorrido histórico sobre el papel del cantar en los movimientos populares, para traer a la actualidad su función como articulador social, y como generador de signos que fortalezcan el discurso de las luchas populares.

 

“somos semilla, tierra, raíces, árbol, hojas donde el viento amplio donde el viento nos invita a planear, con historias, letras, melodías para encontrarnos en este día y no parar, continuar y hoy entre todas y todos, empecemos a volar.” (Maylo)

 

Por su parte, Jorge Velasco subrayó la ausencia de estas discusiones en el ámbito académico, en donde la música popular en los movimientos sociales, es un tema todavía novedoso, que despierta el escepticismo académico sobre la importancia histórica del papel del arte en los descontentos sociales. De manera que los trabajos académicos sobre estos temas parecen permanecer aislados, esperando ser publicados, o las tesis permanecen en el repositorio institucional, sin dialogar, sin comunicarse entre ellas y así generar la historiografía necesaria que mencionaba Jorge Gazca.

Velasco establece la música como un factor de cambio social, cultural y educativo; tres campos en los que la política gubernamental no parece tener interés alguno, excepto para sus propios fines. De ahí su importancia, y de ahí el triunfo de quienes descartan a al canto como factor primordial de los movimientos sociales y populares. Pues como nos recuerda Jorge Velasco, el estudio del relajo, de la risa, del cuerpo y las emociones, tienen el dato cualitativo que no se encuentra en las estadísticas ni en los estudios con rigor científico, ni en las historias oficiales. Todos estos campos de estudio no son nuevos, pero hoy en día son urgentes; en las raíces de este árbol que va brotando de un archivo, se encuentran estas vertientes del saber, es decir, la investigación cualitativa. Y Jorge con esto nos regresa a un punto crucial de la generación de archivos: el papel de las canciones, por sí solas, como un gran libro de texto sobre historia social mexicana. Quizá por eso las canciones políticas, como la memoria colectiva, suelen invisibilizarse, sobre todo en el debate histórico que pretende encumbrar a unos pocos y borrar de la historia a muchos.

Esta reflexión me regresa a un punto básico del proyecto de archivo: Las canciones. Las canciones como sujetos de estudio en sí mismas; la lírica como una suerte de palimpsesto que va actualizando el relato histórico, siempre confrontado con el relato oficialista.

 

Siempre pensando en la parte operativa hacia la construcción de este archivo, es preciso considerar puntos muy específicos, como el papel del rock mexicano a partir de los años 80. Víctor Guerra García nos da un recorrido de este tema, y nos invita a pensar en metodologías más abiertas en la creación de archivos, como el hecho de pensar en los géneros. Si elaboramos una base de datos sólo de canciones, veríamos que al ir entrando en los años 80, los géneros parecen confusos: ¿Cómo clasificamos cantos de descontento, musicalizados en rock, en blues, en cumbia, en salsa, incluso en tonos norteños o huastecos? Más que un problema, nos habla de una realidad que enriquece al cantar político como patrimonio musical. Hay canciones de Jaime López que bien podrían clasificarse como “norteña”, pero se trata de una obra híbrida, que dialoga con el rock, con el canto nuevo y con ritmos más populares. Así La Nopalera podía expresar profundos descontentos, en ritmos que recuerdan la batucada, el bossa nova, el jazz y otros ritmos que aún siendo “extranjeros”, incorporan un sentir profundamente popular. Todo esto se recuenta con el fin de elaborar nuestras bases de clasificación, más que como un repaso teórico de saberes y datos.

En mi participación, retomé la importancia de dar continuidad a proyectos particulares que se insertan dentro de este amplio proyecto; me refiero a mi investigación sobre Judith Reyes; al trabajo sobre Teixeiro que realizó Jorge Gazca; a la labor incansable de Fernando Morán, Ismael Colmenares, Argelia Ballesté, y tantos otros artistas y estudiosos, que abonan con su trabajo a este gran panorama del canto social y el arte militante mexicano. Estas aportaciones deberán ser sistematizadas, divulgadas y puestas a la discusión pública, así como analizadas en profundidad, pues cada una de estas investigaciones, contienen pistas que en lo operativo nos orientan hacia la formación de este archivo.

El archivo particular de Judith Reyes, va caminando en consonancia a las memorias que me comparten sus parientes; a los testimonios de colegas y contemporáneos; al dato aparentemente insignificante que sabiéndolo mirar nos abre vetas enteras e inexploradas de investigación.

El maestro Alberto Híjar, como siempre, aportando la reflexión que mira a la acción; el ánimo de autocrítica que tanta falta nos hace, es fundamental para avanzar en un proyecto autónomo:

 

“Esta es la tarea que nos mueve, no sólo la reflexión histórica con toda la profundidad que podemos, en constante estudio, en constante actualización contra la opinadera, contra los afanes sentimentaloides, que siempre rinden frutos porque siempre son aplaudidos y celebran y escurren las lágrimas por lo heroicos que hemos sido...”

 

Las redes, amistades, colectivos hermanos y entidades aliadas, deben quedar consignadas en un documento, en el cual tengamos claro quién es, qué tiene, en qúe condiciones y cuál es el modo en que desea participar (donación, ubicación de materiales, préstamo para digitalización, conceción de entrevistas...), es decir, redes que no sólo nos pueden aportar datos y materiales, sino que nos ayudan a encontrar más aliados y extender esta red en lo posible, más allá de cualquier frontera. No es casual que buena parte del archivo musical de Judith Reyes en su época de La Tamaulipeca, se encuentre en la Biblioteca del Museo Smithsoniano; o que recientemente me haya contactado una académica Londinense, interesada en la figura y la obra de Judith. Las miras pues, están puestas alto, más allá de sexenios, partidos e intereses gremiales o particulares. Y nuestro compromiso, como apunta Híjar, es dejar la opinadiera, la autocomplacencia y las autofelicitaciones; no improvisar, construir en la consecuencia de la autogestión; continuidad, un proyecto que será para las siguientes generaciones, quienes lo seguirán alimentando y divulgando: “Historificar; profundizar en los avatares de la dialéctica para ver cómo se articulan, no sólo en la teoría sino en la práctica”, apunta Híjar.

 

Es importante distinguir entonces, los diversos elementos que, de primera instancia, pueden componer un archivo:

- Documentos (cartas, folletos, carteles, flyers, programas de mano, documentación de archivo, oficios, memorandums, minutas de reuniones, documentos policiales)

- Testimonios (Entrevistas hechas por nosotros o por otros investigadores y periodistas, testimonios propios como en el caso de Jorge Velasco, Fernando Morán, Ismael Colmenares, Paco Barrios, León Chávez, Froylán Rascón, Rafael Catana y todos los que se encuentren aún entre nosotros)

- Discos  y casettes

- Material de video

- Las canciones. Desde mi punto de vista, este es el elemento desde el cual tendríamos que partir, como primer paso hacia la construcción del archivo. Así mi propuesta, es arrancar nuestros trabajos operativos atendiendo a las canciones: ¿dónde están?, ¿en qué formatos?, ¿fue grabada?, ¿hay versiones?... en fin, considero que el primer paso, y siguiendo los consejos de Rodrigo de Oyarzábal, es saber con qué canciones contamos y  desplegar una suerte de biografía de cada una de ellas. Pues el AGC, como su nombre indica, se funda a partir de las canciones.

 

Breves conclusiones

¿Con qué contamos?

-  Un cúmulo de materiales e información dispersos y algunos de ellos ya ubicados.

- Archivos ya en proceso de organización, como el de Enrique Ballesté (a cargo de su hija Argelia); el de Judith Reyes (Liliana García), José de Molina y otros solistas y agrupaciones (Fernando Morán y Enrique Aguilar);

- Testimoniantes de la época aludida, con memorias y materiales que requerirán ser registrados.

- Capacidad profesional en las actividades requeridas para la recolección y registro de materiales y testimonios.

¿Qué nos falta?

- Estrategias de financiamiento.

- Ruta crítica que nos permita identificar pasos, avances y pendientes, de cara al Tercer Conversatorio, en el mes de noviembre.

- Organización de la búsqueda y registro de materiales.

- Planteamiento metodológico y de contenidos para la elaboración de una base de datos que sustente una primera etapa del AGC.

 

Hemos traído un cuaderno especialmente para iniciar nuestra lista de aliados y cómplices; todos aquellos que cuenten con información, materiales o documentos, podrán anotarse, para que podamos contactarlos y comentar su posible aportación. Por medio de los contactos que amablemente nos compartan, les podremos informar sobre avances, actividades y necesidades.

Sigamos pues con esta y otras muchas maneras, celebrando a Víctor Jara, cantor universal de alma amplia, tan amplia como los temas de sus cantos; asimismo, celebramos la presencia de nuestros distinguidos invitados, y agradecemos enormemente a la galería La Resistencia y a Alfredo López Casanova, por concedernos este espacio y fungir como un importante aliado en el caminar de este proyecto.

 

 

Liliana García Sánchez

Septiembre de 2023.


 


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